El sueño de entrar a vivir en una casa nueva en ocho meses es posible

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En plena fiebre inmobiliaria para hacerse con una casa en la
que vivir o veranear, las empresas que se dedican a la construcción modular están viviendo un momento de fuerte auge por los plazos cortos que ofrecen para ejecutar los proyectos, entre otros factores.

Es el caso de la compañía Emsamble, asentada en Río do Pozo (Narón), donde fabrica las viviendas en piezas que luego arma en el lugar donde se van a
asentar definitivamente. Los inmuebles salen del taller terminados al 95 %, con suelo, tejado, tabiques, cocina montada, armarios empotrados, baño equipado, mamparas…

La empresa es capaz de elaborar cuatro casas a la vez y ese es el ritmo al que está trabajando en la actualidad.

Está a tope y «estudiando ya la posibilidad de ampliar esa capacidad de alguna manera para dar respuesta a la demanda que tenemos de proyectos, pero todavía estamos viendo cómo hacerlo», explica Sergio Sampedro, gerente de la companía nacida en el 2008.

En el 2024. Emsamble anotó un aumento de la facturación de un 5O % hasta los 3,5 millones, mientras que la plantilla creció un 40 % hasta los 28 profesionales, sin contar con los colaboradores, proveedores y subcontratas de las que echa mano para desarrollar sus obras.

Las perspectivas para este 2025 son también positivas: «Seguimos con esa línea ascendente, vamos a crecer a doble dígito en facturación, en torno a un 20 % o 30 %», avanza el gerente.

Aunque estas casas modulares son fruto de un proceso de industrialización, las viviendas no se fabrican en serie, son diseños únicos y cada vez más
sofisticados. Sampedro destaca que Emsamble está creciendo en un segmento de vivienda unifamiliar de lujo: «Muchas de las casas que estamos haciendo superan el medio millón de euros de presupuesto».

El gerente de la empresa naronesa aclara que «nuestra forma de construir, las calidades que ofrecemos, las posibilidades que tenemos de diseño iban encaminadas hacia ese tipo de construcción. También es lo que nos diferencia con respecto a otras empresas» del sector de la construcción modular.

Así, Emsamble se las ve con «clientes muy exigentes a nivel diseño, pero también con los plazos y las calidades. La industrialización lo que te permite es mejorar los acabados y ofrecer unas garantías mayores que las que te da una construcción convencional», destaca Sampedro.

Emsamble quiso ser diferente desde el principio: «Ya desde el inicio, nuestro sueño, nuestra obsesión, era que la industrialización fuese una realidad, porque no lo era. Las propuestas que había no permitían ejecutar cualquier
diseño y se limitaban a dar soluciones estándar. El sistema constructivo que desarrollamos lo permite y después de varios años hemos conseguido posicionarmos para que el mercado nos vea como una empresa de diseño con las ventajas que tiene la industrialización»,
resalta el gerente.

Además, la compañía naronesa ha comenzado a colaborar con otros estudios de arquitectura para ejecutar proyectos ajenos:

«Nosotros somos la constructora desde una concepción industrial, es
decir, en vez de construir en la obra, construimos en la fábrica con certidumbre en precio y con unos plazos mucho más reducidos. El propietario no se tiene que preocupar del calvario de la subida de precios ni de que
no venga el albañil».

Plazos

En un momento en el que resulta casi imposible encontrar una empresa para
acometer obra nueva o incluso rehabilitaciones, Emsamble ha ampliado plantilla precisamente para dar una respuesta ágil a la redacción de proyectos y para dar presupuestos, algo que «es casi inmediato». Para la ejecución del proyecto, el tiempo de espera va entre seis y ocho meses, avanza Sampedro.
Este ingeniero de Caminos aclara que «todos los clientes lo que quieren es rapidez y no podemos perder esa ventaja que tenemos, por eso vamos creciendo al son de la demanda que vamos teniendo».

La mayor parte de las construcciones que está realizando Emsamble son casas unifamiliares, sobre todo en Galicia: «Tenemos bastantes viviendas de 300 metros cuadrados en cartera». Pero la empresa tampoco le hace ascos
a desafíos técnicos como el diseño, fabricación e instalación in situ de pisos adicionales en edificios situados en pleno centro de A Coruña o de las oficinas de una industria en As Pontes.

Esos son dos de los proyectos recientes más espectaculares realizados por la compañía naronesa por la dificultad que entrañó el montaje de los módulos.

Estos literalmente, vuelan, pues son izados para encajarlos en su lugar.

En A Coruña, Emsamble realizó hace un año la primera remontada modular de Galicia.

Así, izó e instaló en cuestión de doce horas dos módulos prefabricados sobre un edificio de viviendas situado en la plaza de Cuatro Caminos. Las estructuras, de acero y forjado de hormigón armado, pesaban en conjunto 180 toneladas. La operación fue espectacular, dado que una grúa izó cada módulo para colocarlo sobre el edificio ya construido, que ganó así dos alturas y cuatro
viviendas.

Además, el febrero pasado montó las oficinas de la empresa Prometal en As
Pontes. Constaban de cinco módulos prefabricados en Narón de unas 30 toneladas de peso, 14 metros de largo y más de cinco de ancho, que se
colocaron en un solo día, en una operación tan espectacular como delicada. Una grúa de grandes dimensiones fue izando las piezas una a una a lo largo de todo el día para dar forma a las tres plantas de las que constan las nuevas oficinas.

Las piezas están fabricadas en una combinación de acero y hormigón.