SUPERFICIE útil total
144,37 m2
estancia principal
32,29 m2
garaje y trastero
31,28 m2
3 dormitorios + estudio + vestidor + 2 baños + lavandería + hall + pasillo
Esta vivienda situada en Sada destaca por su pureza volumétrica y claridad funcional. Concebida en una única planta, responde a una distribución muy racional pensada para facilitar la vida diaria y promover una relación fluida entre los espacios interiores y el entorno ajardinado que la rodea.
Organización funcional
Con una superficie útil de 144,37 m², la casa articula sus estancias en torno a una zona de día diáfana que integra cocina, comedor y salón en un solo espacio continuo de más de 32 m², potenciando la amplitud visual y la iluminación natural gracias a los ventanales de gran formato que se abren hacia el porche y el jardín.
La zona de noche cuenta con tres dormitorios, uno de ellos en suite con baño y vestidor integrados, un baño completo y un estudio independiente. El diseño prioriza la privacidad y el confort, distribuyendo los usos de forma estratégica para una convivencia armónica.
El garaje adosado, de 31,28 m², permite el acceso a la vivienda a través de la lavandería, reforzando la comodidad y funcionalidad del conjunto.
Materialidad y diseño
La vivienda se compone a partir de volúmenes claramente diferenciados por su altura y materialidad. El cuerpo principal, revestido en piedra natural y de mayor altura, alberga el corazón de la vivienda (salón, comedor y cocina) y se abre al jardín mediante grandes ventanales protegidos por un porche con una pérgola cinética que proporciona sombra y control solar.
Los volúmenes auxiliares, de menor altura y acabados en revoco blanco, alojan la zona de noche y el garaje, y permiten una transición armónica entre las distintas áreas del programa. La disposición volumétrica y el tratamiento de fachada buscan enfatizar la jerarquía funcional del interior, favoreciendo además una óptima relación con el entorno y el aprovechamiento pasivo de la luz solar.
Diseño pasivo y relación con el entorno
El diseño de la vivienda responde a criterios de eficiencia energética pasiva, con una cuidadosa orientación de las estancias principales para maximizar la captación solar en invierno y minimizar el sobrecalentamiento en verano. Las aperturas se han dimensionado y protegido estratégicamente, como en el caso de la pérgola cinética del porche que tamiza la radiación solar directa sobre los ventanales del salón-comedor, generando confort térmico y reduciendo la demanda energética. La disposición de los volúmenes y la relación con el entorno permiten también una buena ventilación cruzada natural en los meses cálidos.